El hotel tiene un bar con terraza que da al río, un lugar genial para relajarse después de un día largo. Las vistas a los Pirineos desde las habitaciones son realmente impresionantes.

La entrada al parking es demasiado estrecha, lo que puede causar problemas al maniobrar. En el baño, el olor a tubería es un problema, especialmente al inicio de la estancia. Además, el agua del grifo salía turbia y requería ajustes para evitar ensuciarse al lavarse. La habitación podía llegar a muy altas temperaturas sin aire acondicionado, haciendo el descanso complicado. También, falta de buen aislamiento en las ventanas, dejando entrar frío. Por último, la cena no tenía muchas opciones y la calidad no cumplió las expectativas.

Ubicación excelente y buena guarda de bicis, ideal para ciclistas. La habitación cómoda y el baño bien renovado.

Parece que el hotel necesita un poco de maquillaje, ¡como yo después de una fiesta larga!

El Hotel Tourmalet tiene un encanto especial, está al lado del río y las vistas a los Pirineos son impresionantes. La atención del personal es maravillosa y el desayuno fue delicioso. Aunque el ascensor es pequeño, todo lo demás hizo que nuestra estancia fuera genial.

La ubicación del hotel es ideal para disfrutar de

la belleza de los Pirineos, con un acceso fácil a las rutas de senderismo. La habitación era espaciosa con un acceso fácil al bar donde podías relajarte. Sin embargo, el servicio durante la cena fue un poco lento, lo que afectó la experiencia.

El ambiente en el hotel es perfecto para relajarte después de un día de actividades. Disfrutamos de cenas realmente sabrosas y un desayuno increíble, sin duda, volvería.

Disfrutamos de unos desayunos fabulosos con vistas increíbles y el personal siempre atento, especialmente Pierre. Además, el hotel cuenta con una buena zona para guardar las bicis, ideal para los amantes del ciclismo.

Sin embargo, notamos que las sábanas eran de un algodón un poco áspero, lo que hizo la noche algo difícil sin ventilador. A pesar de esto, el ambiente seguía brillando con encanto.

Las vistas desde el balcón eran espectaculares.

la habitación era pequeña y con una mesita de noche patética, además, la ducha no se podía usar, ¡increíble! Esperaba un detalle de bienvenida, algo que nunca llegó. La cena fue una decepción total, sin opciones interesantes.

El personal es excepcionalmente atento, ofreciendo un servicio de calidad. Las vistas desde el balcón son simplemente espectaculares. La ubicación es inmejorable, justo en el centro y junto al río.

El desayuno podría ser más variado, pues las opciones eran algo limitadas y no muy atractivas.

Impecablemente limpio y un increíble servicio con un toque local y cálido, ideal para disfrutar de la belleza del entorno.

Fue una gran opción para relajarse durante un par de noches en Luz-Saint-Sauveur con muy buena relación calidad precio. El bar con terraza da al río, es un buen lugar para descansar después de un día activo. Si llevas bicicleta, hay un buen sitio para guardarlas.

Este lugar me viene perfecto. Tienen wifi gratis en áreas comunes, parking privado y un ambiente agradable para relajarse. En mi primera estancia, el personal me devolvió unas cosas que olvidé. ¡Sin duda, volveré para una escapada!

El baño olía mal, pero la habitación era cómoda y bien renovada.

vistas impresionantes de los pirineos desde la ventana

atención excelente, guarda bicis de calidad

habitación pequeña